Mi esposo me folló sin piedad el débil culo dejándolo goteando semen

Me sentía débil y vulnerable, mi cuerpo dolía y mi mente se nublaba de dolor.Mi esposo notó mi angustia y decidió consolarme de la manera más íntima posible.Me acarició suavemente la espalda, su toque enviando estremece mi columna vertebral.Luego, sin previo aviso, hundió su miembro palpitante profundamente en mi estrecho y prohibido agujero.Sus embestidas eran implacables, cada una empujándome al borde del placer y el dolor.Gemía y se retorcía debajo de él, mi cuerpo se estremecía con cada poderosa embestida.Finalmente, llegó al pico, su cuerpo convulsionaba mientras liberaba su caliente y pegajosa carga dentro de mí.La sensación era abrumadora, mi culo goteaba de su leche, un testimonio de nuestro apasionado encuentro.Mientras nos acostamos allí, gastamos y satisfechas, sabía que nunca más nada volvería a ser igual.