Ayudando a mi última compañera de cuarto hijabi a encontrar comodidad

Después de un largo día de clases, decidí ayudar a mi última compañera de piso hijabi a encontrar algo de consuelo.Mientras tocaba su puerta, ella lo abrió, dejando ver su ajustado hijab blanco y un par de tetas grandes y sexys que me ponían el corazón en pompa.No pude resistir las ganas de saborearlas, y me dejó.Pero eso no le bastó; quería más.Me bajó la cremallera del pantalón y sacó mi gran verga, la cual procedió a chupar con un entusiasmo que me sorprendió.Sin embargo, no me importó, ya que disfrutaba cada segundo de ello.Después de darme una mamada con garganta profunda, se subió sobre mí, cabalgando mi verga con un abandono salvaje que me dejaba sin aliento.Pero eso tampoco le quiso ser follado por detrás, y me complací dándole la follada dura que ansiaba.Fue un paseo salvaje, pero que me dejó satisfecho y deseando más.