¡Mi madrastra siempre quiso saber cómo se siente ser follada! ¡Estaba más que feliz de satisfacer su curiosidad en la cocina, donde nos pusimos calientes y sucios, sin dejar dudas sobre nuestra relación!.
Me sorprendí cuando mi hermanastra entró sobre mí mientras cocinaba la cena.Tenía una mirada extraña en la cara, como si se tratase de algo.No pude resistirme a provocarla, y antes de que lo supiera, estábamos teniendo un encuentro caliente en la cocina.Ella no es mi hermana, pero tiene un cuerpo que haría débil a cualquier hombre en las rodillas.Sus grandes y deliciosas tetas están pidiendo ser tocadas, y su redondo trasero es igualmente tentador.No pudiendo resistirme a darle lo que quería, y pronto ambos estábamos perdidos en el calor del momento.La vista de ella apretando su apretado coñito fue suficiente para hacerme perder el control.Le di el placer que ansiaba, y a cambio, me dio un delicioso squirt que me dejó completamente satisfecho.Esta es una hermanastra a la que no me importaría volver a ver.
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