Una hijastra perezosa es castigada por su padrastro. Ella le da una mamada profunda antes de que él domine su culo apretado. Él la llena de semen caliente, dejándola satisfecha y enseñando una lección.
En una ardiente demostración de dominio, un padrastro toma el asunto en sus propias manos cuando su perezosa hijastra no limpia su habitación.Le toma las represalias ordenándole que se desnude y se ponga a cuatro patas, listo para una dura lección de disciplina.La joven seduce a su padrastro, pero su firme respuesta no le deja más remedio que someterse.Al suplicar piedad, él empuja su palpitante miembro profundamente en su estrecho trasero, cada poderoso golpe dejando su jadeo de dolor y éxtasis.Los padrastros la follan sin descanso dejan a la pobre chica indefensa, sus gemidos de angustia se convierten en dulces susurros de placer.El padrastro no uno que aguanta, se retira solo para llenar su puerta trasera con su carga caliente.La humillada hijastra queda para limpiar no solo su habitación sino también su padrasos se burla.Este es un cuento de castigo severo que enseña una lección de obediencia, sin importar lo doloroso que pueda ser.
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