Mi amigo pervertido se unió a un festín familiar, pero nuestros planes implicaban algo más que comida.Desatamos nuestros deseos, convirtiendo el comedor en un punto caliente de placer tabú.Los invitados se quedaron impactados, pero nos daba igual.
En este cuento tentador, un pervertido con una inclinación por el tabú invita a sus amigos a una noche de desenfreno de la depravación.¿La atracción principal?¿Su madrastra, a la que ha estado mirando durante meses, esperando ansiosamente la oportunidad de explorar sus deseos prohibidos.A medida que se desarrolla la velada, el pervertido y sus amigos no pueden evitar reír a la sensual madrastro, su hambre por que crezca con cada momento que pasa.Finalmente, después de unos tragos para aflojar a todos, el perv decide su tiempo para hacer su movimiento, llevando a la desprevenida mami a una habitación apartada.Lo que sigue es un salvaje revolcón, con el perv y sus amigos turnándose para reclamar su pedazo de madrasdrastra.La escena termina con el pervertido, y sus amigos tomando un descanso, mientras la madrasTRA sigue atendiéndoles, su rostro una imagen de placer y satisfacción.Este es un imprestante fanático de la diversión familiar, locura suegra y acción hardcore.
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